Niágara Falls (Ontario, Canadá)

viernes, 5 de febrero de 2010




Las aguas del río Niágara, transitan sin prisa pero sin pausa, a través de sus 56 kilómetros de recorrido desde el lago Erie hasta el lago Ontario. Entre los límites fronterizos de las dos naciones norteamericanas, específicamente entre la provincia de Ontario (Canada) y el estado de Nueva York (Estados Unidos), se encuentran las dos ciudades que encierran las Cataratas del Niágara. A tan solo 120 kilómetros de la cuidad canadiense Toronto, y a 25 kilómetros de la ciudad estadounidense de Buffalo.

Aunque el majestuoso rugido de las cataratas puede oírse a varios kilómetros a la redonda, es difícil imaginar las dimensiones reales de este gigantesco arco de aguas sibilantes y espumosas que se abate sobre un acantilado de 52 metros, entre densas nubes de agua pulverizada.

Por miles de años este soberbio espectáculo fue conocido tan solo por las tribus nativas de la región. Viajando a campo a través, los nativos oyeron el rugido de las cataratas antes de verlas. Era como el sonido de un trueno continuo y por eso la bautizaron como Onguiaahra (El gran Tronador de las Aguas) que con los años se iría transformando en Niágara.

Se trata en realidad de tres cataratas, puesto que la isla Goat divide el río Niágara en dos canales paralelos. A un lado están las canadienses Horseshoe Falls (Herradura de Caballo), y en el lado estadounidense las American Falls, y la pequeña y elegante Bridal Veil Falls (Velo de Novia), separadas por la Isla Luna.







Las Cataratas Americanas y Cataratas Velo de Novia, drenan aproximadamente el diez por ciento del agua del río en un espacio de 323 metros de ancho. El noventa por ciento de las aguas restanten, son vertidas por las canadienses (Herradura de Caballo), a través de sus 792 metros de anchura.

El conjunto de las tres catarátas pueden llegar a desaguar un volumen máximo puede ser de hasta 343,200 metros cúbicos por minuto, registrados a fines de primavera y principios de verano, momento en el cual procede el fenómeno del detenimiento de los hielos y nieve dejadas depositadas en suelo Canadiense desde el invierno. Durante el verano, caen en forma regular a 169,800 metros cúbicos por minuto.


Cataratas canadienses (herradura de caballo)



Cataratas Americanas y Cataratas Velo de Novia



Cataratas Americanas con la Canadienses al fondo



Alumbrado nocturno


Las Cataratas del Niagara originalmente estaban cerca de donde actualmente se encuentra el pueblo Queenston (Ontario), y la localidad de Lewiston (New York), pero la erosión que las aguas producen de unos 30 centímetros cada 10 años, ha causado que las caídas de agua hayan retrocedido 11 kilómetros desde entonces.

La siguiente foto ilustra la erosión de las cataratas canadienses desde 1678


Durante los largos y fríos inviernos en Ontario, las temperaturas pueden bajar hasta los casi 40º grados bajo cero, provocando que las cataratas acaban helandose, pero sólo parcialmente ya que las fuertes corrientes no dejan que el agua cristalice. Tan sólo en contadas ocasiones se ha producido la congelación total, como la que muestra en la foto que ocurrió en 1911.





Las cataratas se pueden disfrutar mejor desde el lado canadiense. Personalmente sólo pude visitar esta parte, pero es suficiente para darse cuenta que la vista panorámica permite ver desde más y diferentes puntos tanto las americanas, como las canadienses, al igual que son más las ofertas de ocio que brindan tanto en cuantía como en variedad.

Pero que más ofrece Niágara a parte de los famosos saltos de agua. Pués a lo largo de los años ha ido creciendo poco a poco un impresionante complejo turístico, tanto en la parte americana como en la canadiense, que no sólo permiten al visitante disfrutar de las cataratas de diferentes maneras, sino que la disponibilidad de hoteles, casinos, restaurantes, parques y atracciones de todo tipo, contemplan todas las posibilidades y gustos.  


Voy hacer a realizar un breve resumen de algunos de los puntos más interesantes y conocidos. El disfrutar más o menos, como siempre dependerá de: ganas, tiempo y dinero.


MAID OF THE MIST introduce a lo más intrépidos a pie de catarátas, para realizar una temeraria travesía donde se puede sentir muy de cerca, el imponente rugido de las aguas.

 En las Cataratas americanas                                      En las Cataratas canadienses



JOURNEY BEHIND FALLS. Desde las catarátas canadienses hay un ascensor que lleva a una serie de túneles de roca, que conducen al visitante tras un muro de agua tan grueso que llega a ocultar la luz del día.



La enorme fuerza torrencial del Niágara puede admirarse también desde el fondo del cañón. La GREAT GORGE ADVENTURE proporciona esta aproximación a las aguas mediante un ascensor y un túnel que conducen desde lo alto de la garganta a una pasarela junto al río.




RAINBOW BRIDGE es un majestuoso puente que cruza la garganta que hay entre Canadá y Estados Unidos y ofrece vistas panorámicas de las cascadas. En los días soleados, el arco iris se eleva a través del agua pulverizada.





La SKYLON TOWER ofrece espectaculares vistas aéreas de las dos cataratas. El restaurante rotativo como es obvio, es caro, pero el que quiera pegarse el capricho de ver las aguas iluminadas por la noche mientras disfruta de una buena cena, lo podrá hacer desde una posición inmejorable.

          Mirador de la Skylon Tower


En CLIFTON HILL, los neones de colores reclaman a los visitantes ofreciendo continuar la diversión con sus bares, restaurantes, y atracciones de todo tipo a lo más puro estilo de Las Vegas. No faltan los típicos Hard Rock Cafe, Planet Hollywood, Coca Cola, museos varios, y las ansiadas y esperadas atracciones para los más peques que esperan con ansia, después de un cansado día aguantado a los papis fotografiar las salvajes aguas desde todas las esquinas posibles, como si intentaran batir el Record Guinness.










El museo RIPLEY'S BELIEVE IT OR NOT, donde se puede hablar con un genio de una botella de cristal y ver otras curiosidades, como un hombre con un número desproporcionado de pupilas.



El museo NIAGARA FALLS, es un tanto extraño, ya que exhibe filmaciones de personas que han hecho actividades aventureras, como tirarse en barril por las Cataratas.



Con una visita al MUSEO RECORD GUINNESS, todos los hechos y hazañas publicadas en el popular libro cobrarán vida.















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