Rincones Blognitos: Monsaterio de Sant Pere de Casserres (Barcelona)

martes, 20 de abril de 2010

En la comarca de Osona a unos 90 km de Barcelona y 80 km de Girona, el río Ter dibuja un meandro con forma de península que queda envuelto por las aguas del Pantano de Sau. En la punta más extrema del cerro, 1000 años de historia y unas maravillosas panorámicas aguardan a quien desee pasar un rato tranquilo y agradable, y disfrutar de unas bonitas vistas.

El monasterio se halla en la carretera BV-5213, a 15 km de Vic. La dirección es un poco complicada de buscar, por lo que es mas fácil ir directamente al Parador de Turismo de Vic-Sau (Paratge Bac De Sau, s/n, Les Masies De Roda) o Tavernoles que es municipio mas próximo. Una vez se ha llegado al Parador, la carretera que sube hasta el monasterio parte desde allí.

Parador de Turismo de Vic-Sau

Para los que prefieran caminar, se puede acceder al monasterio a pie desde un sendero que parte del Parador de Turismo de Vic-Sau. Justo antes de llegar al Parador, hay un parking a pie de carretera con un mirador que apunta al Pantano de Sau. Se puede dejar el vehículo allí y comenzar el recorrido de unos 3 km a través de bosque, que puede durar unos 30-45 minutos.

Al llegar al destino, se puede dejar el vehículo en el parking, y lo primero que nos encontramos es un restaurante que curiosamente hay que entrar y atravesarlo. Continuamos caminando unos 200 metros con vistas a los dos lados del Pantano de Sau, y llegamos al monasterio.

Entrada al monasterio

El terreno de los alrededores de monasterio se utilizaron como cantera, donde se obtuvo el material para construirlo. De las capas superiores de la roca se extraían las losas para las cubiertas, y las capas inferiores eran partidas con cuñas, para obtener los bloques que formarían los muros.

UNO POCO DE HISTORIA

Una antigua leyenda cuenta que el monasterio de Sant Pere de Casserres fue fundado por los vizcondes de Osona y de Cardona sobre las reliquias de un niño de los mismos vizcondes que, a los tres días de haber nacido, hablo para decir que no viviría mas de treinta días y que, una vez muerto, su cuerpo fuera depositado en una arca cerrada, encima de una mula, y que se edificase un monasterio dedicado a Sant Pedro en el lugar donde se detuviera el animal. Las reliquias del niño fueron muy veneradas en el mismo monasterio y, en épocas de sequía, se bajaba en procesión hasta el río Ter y en el se sumergía el arca que guarda los restos del niño.

El monasterio benedictino de Sant Pere de Casserres, fue erigido por la familia de los vizcondes de Osona en el ano 1006.

Antes de la construcción del monasterio, existía en dicho lugar un castillo desde el año 898 y que ya disponía de una capilla dedicada a San Pedro, que los vizcondes decidieron convertir en monasterio.

A partir de 1012 empezó la vida comunitaria, aunque la iglesia no fue consagrada hasta el 1050. Después de los primeros abades, Casserres descendió a la condición de priorato, seguramente por el hecho de no poder sustentar a los doce monjes que son necesarios para continuar siendo abadía.

El monasterio perdió su independencia cuando, en 1079, sus fundadores, los vizcondes de Osona y de Cardona, lo unieron al gran monasterio de Cluny para poder garantizar la continuación de una monástica regular. Fue entonces cuando Sant Pere de Casserres se convirtió en un priorato que dependía de este monasterio.

Mas tarde, en el siglo XIII, la comunidad aumentó con algunos prebísteros que deseaban vivir según la regla, y con algunos devotos, a veces matrimonios que se ofrecían para vivir en el monasterio, pero nunca hubo más de doce o trece personas. En los siglos XIV y XV la vida comunitaria decayó hasta el punto que, a finales del siglo XV, sólo había dos monjes en Casserres.

La despoblación de los siglos XIV y XV, y la falta de dinero propiciaron su decadencia. En 1572 este priorato y todos sus bienes se unieron al colegio de los jesuitas de Betlem de Barcelona, que acabó reconvirtiéndolo en una granja para su uso. No obstante, este dominio terminó con la expulsión de los jesuitas decretada por Carlos III, en 1767.

En 1991 fue adquirido por el Consell Comarcal d’Osona que procedió a su restauración entre 1994 y 1998.

Vestigios de una necrópolis con tumbas antropomorfas del siglo X, anteriores a la construcción del monasterio

El Refectorio era el lugar donde la comunidad monástica acostumbraba a comer en silencio.

Locutorio o hablador, donde los monjes atendían a los peregrinos. Más adelante, fue el habitáculo de los novicios. Cuando se extingue la vida monástica, pasa a ser la bodega y el granero.

Sala del Abad construida en el siglo XI sobre la bodega. El Prior, o si era el caso, el Abad tenía una cámara propia separada del resto de los monjes y con acceso desde el vestíbulo, ya que desde esta estancia se gestionaban las propiedades y rentas que mantenían al monasterio.

Torre campanario

El claustro es el elemento central del monasterio. Fue construido al final del siglo XI. Es el claustro con porche de columnas más antiguo que se conoce en Cataluña, y el único que se conoce con columnas exentas en tres de las esquinas.

En el siglo XV (1426-27) fue derribado por un terremoto y reconstruido con pilones rectangulares. Se aprovecharon muchos elementos del claustro primitivo, con las columnas angulares.

Su iglésia románica es una de las más importantes de Cataluña por su dimensión, y sobre todo por su singularidad de ser más ancha que larga, debido a la dificultad de la estrechez del espacio donde fue construida. La iglesia, consagrada en el año 1050, es una grandiosa basílica de 3 naves y 3 ábsides.

El hospicio era el lugar donde se acogía a los peregrinos que llegaban a las dependencias. Atualmente se encuentra habilitada como sala donde se proyecta continuamente durante el horario de visitas, un documental sobre la historia del monasterio.

Vista de la Iglesia y el Hospicio

Finalmente recordar con unas fotos, que las vistas de río Ter y el Pantano de Sau que conjuntamente serpentean entre las sierras, casi roban el protagonismo al monasterio.